Sin darte cuenta las cosas cambian, aquel que un día fue tu amigo, hoy ni le hablas. Aquel al que quisiste con el alma, ahora odias; aquel en quien confiabas plenamente se fue sin decir nada. Pero así es el destino, y el tiempo cura las heridas que él mismo provoca. Y es que las cosas no pueden ser para siempre, no puedes quedarte en un mismo sitio toda tu vida, ni tampoco congelar un momento, no puedes retener a una persona, tan solo el recuerdo te ayuda a mantenerte fuerte, al fin y al cabo es ahora que aprendo, aprendo del pasado, no del presente.viernes, 18 de febrero de 2011
Sin darte cuenta las cosas cambian, aquel que un día fue tu amigo, hoy ni le hablas. Aquel al que quisiste con el alma, ahora odias; aquel en quien confiabas plenamente se fue sin decir nada. Pero así es el destino, y el tiempo cura las heridas que él mismo provoca. Y es que las cosas no pueden ser para siempre, no puedes quedarte en un mismo sitio toda tu vida, ni tampoco congelar un momento, no puedes retener a una persona, tan solo el recuerdo te ayuda a mantenerte fuerte, al fin y al cabo es ahora que aprendo, aprendo del pasado, no del presente.
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